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Un tercer encuentro con Pirata
Datte: 01/02/2019, Catégories: Mature, Hardcore, Inceste / Tabou
... concha era suya…De repente sentí el nudo golpeando contra mis labios vaginales. Ya se sentía bastante grande. Cerré los ojos y empujé duro con mi labia. Me estaba dilatando para acomodar eso dentro de mi cuerpo. Entró la mitad y volvió a salir antes de quedarse encerrado dentro de mi vagina.Entonces, a pesar de mis ojos cerrados, pude ver un resplandor distinto.Los abrí y mire hacia la casa, Ahora había algunas luces encendidas. Alguien se movía en la cocina y reconocí a mi vecina Carolina; que había regresado un día antes. Hablaba con su madre por teléfono, diciéndole que había llegado a casa sana y salva.Me quedé congelada, sin saber qué hacer. Estaba en la oscuridad de su jardín trasero, desnuda y en cuatro patas y, lo que era peor, tenía a su hermoso perro con su magnífica verga hundida a fondo en mi concha…Entré en pánico, sintiendo que su nudo estaba a punto de entrar. Entonces giré y empujé a Pirata fuera de mi.Me pareció que pasaba una eternidad hasta que toda su verga por fin terminó de abandonar mi concha…Apenas me pude liberar, me arrastré a un rincón oscuro del jardín. Justo cuando llegué allí, Carolina encendió las luces y llamó a Pirata. El bicho se estaba limpiando su pito colorado, pero corrió muy contento al encuentro de su ama. Ella le dijo que habñia extrañado a su lindo perrito. Le dijo que estaba muy cansada por el viaje; pero de todas maneras, podrían jugar un poco antes de irse a la cama.Pirata giró su cabeza y miró donde yo estaba escondida; luego ...
... siguió a Carolina adentro de la casa…Dejé escaper un leve suspiro de alivio. Al menos ella no me había visto.Esperé hasta que las luces se apagaron y después esperé un poco más, para asegurarme de que ellos estuvieran “jugando un poco” en la cama…Me acerqué a la puerta trasera. Estaba cerrada con llave. Me asomé a la ventana y pude ver mi baby doll tirade en el piso.Muy despacio me deslicé hasta el portón lateral y lo encontré abierto.Salí a la calle totalmente en bolas y oliendo a perra en celo. Sentía mi concha bien humedecida y chorreando un poco de semen del perro.Comencé a caminar, cuando de repente encontré la vereda bloqueada por una sombra. Continué caminando sin asustarme, cuando de repente reconocí esa sombra: era otro enorme perro, Romeo, el Rottweiler de mis vecinos de enfrente.Por supuesto era un perro bien macho; no tan simpático como Pirata.Yo lo conocía bien; pero al acercarme lo noté agresivo e inquieto. No movía la cola en señal de alegría; estaba olfateando el aire con la trompa arriba.Entonces supe que estaba olfateando una hembra en celo…Traté de esquivarlo por la derecha, pero él se movió para detenerme. Traté por el otro lado, pero él hizo lo mismo. Lo miré y me di cuenta de que ese enorme perro me quería…Ese perro quería mi vagina. Había olfateado una perra en celo en el vecindario y había salido a buscarla.De repente dejó escapar un aullido largo y lastimero. Iba a despertar a todo el barrio. Era un sonido profundo y persistente…Pensé cómo salir de esto. ...