1. El Consuelo de mi Suegra


    Datte: 18/06/2019, Catégories: Inceste / Tabou Mature, Anal

    ... cara metida entre sus piernas mi novia obtuvo uno de los mejores y más sorprendentes premios que nunca le había dado por propia decisión.Se puso de pie y con su bata abierta mostrando su desnudez dijo melosa:- ¡Me toca!Comencé a desabrochar los botones de mi bragueta, dispuesto a recibir los cálidos labios de mi chica, cuando de pronto alguien intentó abrir la puerta. Nos dimos un susto de muerte que nos dejó inmóviles.Sofía se recompuso la bata y abrimos descubriendo a la limpiadora que nos miraba con cara de pocos amigos al vernos allí metidos. Disimulamos todo lo que pudimos, pero la risita de mi novia indicaba que no estábamos buscando lejía precisamente en aquel lugar.El resto del día lo pasé tortuosamente pensando en el cuerpo desnudo de Sofía bajo la bata, pero sobre todo con el cuerpo deseado de su impresionante madre. Aquella noche tuve mi primera paja en honor a Mónica, soñando con aquellos ojos, esa boca y sobre todo con aquellas enormes tetas que estuvieron aprisionadas contra mi pecho, pero principalmente los segundos deliciosos en los que estuvieron contra mi cara. MI imagen era, además de esas tetas, aquellas monumentales caderas, ese culo redondo, aquellas piernas robustas adornadas con las medias negras. Me corrí en poco tiempo imaginando que era ella la que me masturbaba.Los siguientes días transcurrieron dentro de la normalidad, salvo que Sofía y yo seguíamos teniendo nuestros encuentros sexuales de lo más variopinto, cuando estábamos solos, en el ...
    ... laboratorio y sino buscábamos encontrarnos en algún parque o en cualquier sitio apartado, intentando siempre que nadie nos viera juntos. Parecíamos amantes que mantienen sus encuentros en la clandestinidad. Seguíamos siendo de todo menos una pareja normal y atendiendo a las instrucciones de su padre para mantenerlo en secreto, resultaba cada vez más complicado.Por otro lado yo no podía quitarme de la cabeza a Mónica, su madrastra, esa mujer que había conseguido hacerme ver entre sus brazos, sin importarme la diferencia de edad, ni que fuera la esposa de mi jefe o la madre de mi novia, pero es que toda ella era algo incontrolable. Naturalmente esto solo era en mi imaginación y en mis pensamientos.A los pocos días recibí una llamada de la secretaria del jefe para que me personara de nuevo en su despacho.− ¿Te ha llamado otra vez mi padre? - me preguntó Sofía al ver que me llamaban de las oficinas.− Sí.− ¡Qué pesadito!− Mujer, él quiere lo mejor para ti y para la bodega. Seguro que quiere saber cómo va todo - dije.− No empieces tú también con la charlita.− Vale, cariño.− Bueno, tú niégalo todo. No quiero una bronca con mi padre. - añadió dándome un beso con toda la pasión.Llegué al despacho del jefe y su secretaria no me hizo esperar esta vez. Nada más entrar el jefe me recibió sorprendentemente de otra manera mucho más distendida y amable que la primera vez, algo que agradecí.− Hola Víctor. - me dijo dándome la mano de forma cordial.− Hola Ernesto - respondí.− Hablé con mi hija sobre el ...
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