1. El Consuelo de mi Suegra


    Datte: 18/06/2019, Catégories: Inceste / Tabou Mature, Anal

    ... sus caderas, su cintura, sus muslos... Ella se sabía admirada y exageraba más sus movimientos haciendo que mi empalmada no bajase ni un milímetro.− Aquí se podría poner la orquesta - dijo desde el fondo del jardín.− Un poco apartada. - comenté.− No, así se puede bailar en toda esta zona.− ¿Habrá baile? - pregunté.− Claro. ¿No me digas que no sabes…?Se acercó hasta mí y tirando de mi mano me hizo levantarme de la tumbona para quedar de pie junto a ella. Esta vez no me importó que observara mi bulto, es más, me gustó mostrárselo. En ese momento colocó cada una de mis manos en su cintura y las suyas abrazando mi nuca.− ¡Pégate hombre, que no muerdo! - me ordenó.Obedecí como un niño bueno y me pegué a su maravilloso cuerpo. Esta vez casi sin ropa, nuestros cuerpos quedaron unidos en aquel baile, donde la única separación era una fina tela. Percibía claramente sus dos globos contra mi pecho, su sexo abultado contra mi muslo y mi polla aprisionada a la altura de su bajo vientre. Sentir su piel, su olor y toda su anatomía pegada a mí, era un auténtico sueño hecho realidad.− Mmmm, ¿Te gusta? - me preguntó con su mejilla pegada a la mía y su boca en mi oreja.− Sí, mucho.− Me encanta bailar… - añadió casi en un lamento - y por cierto, no lo haces nada mal.Bueno, desde luego aquello era de todo menos baile. Para empezar no había música, íbamos medio desnudos y nuestros movimientos eran más de frotarse que de otra cosa. Mónica se dio la vuelta y yo volví a abrazarla pero esta vez por ...
    ... detrás sintiendo cómo su culo se ubicaba abrazando mi polla que no dejaba de tensarse, mientras ella giraba su pandero de forma lujuriosa. Casi me da algo. Sin embargo no solté su cintura sino que me agarré más fuerte a ella, imaginando como podría ser estar así con ella, pero completamente desnudos.− No lo haces nada mal, Víctor - insistía restregando su culo contra mi erguida verga sin cesar, al tiempo que mis manos dibujaban sus caderas y su cintura.En ese instante sonó su móvil que estaba sobre una mesa y nos separamos fulminantemente, fue algo que en principio me m*****ó, pues yo estaba realmente en la gloria, pero casi era de agradecer que aquello se detuviera, pues era la madre de mi novia y la mujer de mi jefe y ambos sabíamos que la cosa podía acabar mal, al menos yo estaba seguro de eso. Era Ernesto el que llamaba. A ella pareció incomodarle también. Me senté en mi tumbona y le di un buen trago a mi copa de cerveza observando como mi suegra se movía por el jardín hablando con su esposo por teléfono. Disfruté una vez más de su cuerpo embutido en aquel fino bañador fucsia. Era una mujer increíblemente sexy.Tras colgar el móvil pude notar sus pezones más erectos de lo normal, sin duda estaba muy cachonda, tanto como yo, supongo.− Era Ernesto. Me ha dicho si lo hemos comprado todo y que tiene que ser una buena sorpresa.Desde luego para mí, no dejaban de ser todo un cúmulo de sorpresas, no sé si su marido podría sospechar algo, pero era claro que esa mujer era toda una ...
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