El Consuelo de mi Suegra
Datte: 18/06/2019,
Catégories:
Inceste / Tabou
Mature,
Anal
... desorientado. Decírselo no podía… ¿pero callarme?̶ ¿Me escuchas, Víctor? - preguntó Ernesto̶ Oh, sí claro. – respondí sin entender todo lo que había dicho.̶ Pues eso, el anillo de compromiso corre por mi cuenta. - añadió firme.̶ Pero yo… - protesté sin mucho ímpetu pues lo cierto es que no disponía de mucho capital para un anillo que pudiera estar a la altura de la familia, pero intenté luchar por mi orgullo durante unos segundos.̶ Nada que discutir, Víctor. Déjalo también en manos de Mónica que sabrá encontrar algo bonito, ¿verdad cariño?Me levanté todavía aturdido y fui a estrechar la mano de mi “casi” suegro, al que noté incómodo, porque al mirar su entrepierna vi el pantalón medio desabrochado. Entonces me di cuenta de todo… Al llegar al despacho de su marido antes que yo, ella debió quitarse las bragas que seguramente mojó estando conmigo. Luego cuando me los encontré al entrar, ella se había sentado sobre su esposo directamente sobre su polla y habían estado follando o sino casi… al menos restregando sus sexos delante de mí, sin cortarse absolutamente un pelo. Incluso recordé el momento en el que él se detuvo y cerró los ojos, que fue cuando debió correrse bajo ese volcán rubio. Cuando ella se levantó a darme la enhorabuena por mi compromiso, debió dejar caer la prenda, para que yo la ocultara… o como un regalo, vete a saber, porque todo era un lío y demasiado alucinante como para que tuviera una lógica.Ella me sonrió al darse cuenta de que yo había sospechado lo ...
... sucedido y después le dio un beso en la boca a su marido. A renglón seguido me miró de arriba a abajo sabiéndose victoriosa en el aturdimiento mío y en el de su marido con su endiablado juego.̶ Mañana quedamos para ir a la joyería. - añadió sonriendo pletórica.̶ Vale.̶ Yo te llamo. - añadió y me guiñó un ojo a espaldas de Ernesto.Salí del despacho tapando con la carpeta el bulto que había formado bajo el pantalón, además de la mancha y por supuesto las diminutas braguitas de Mónica.Me metí en los servicios y allí pude sacar esa pequeña prenda. La inspeccioné detenidamente. Era un pequeño tanga negro medio transparente con encajes de flores, muy pequeño y que apenas unos momentos antes había estado en la parte más íntima de esa impresionante mujer. La prenda estaba húmeda, sobre todo en la parte que debía tapar su rajita. Llevé el tanga a mi nariz y me quedé extasiado al embriagarme con su adorable aroma.Esa noche, evidentemente la pasé prácticamente en vela, sin poder quitar a Mónica de mis pensamientos y aspirando el olor de sus braguitas que me quedé conmigo sobre mi almohada como uno de los mejores trofeos de ese día. En mi enésima paja pensando en la madurita de mis sueños, debí quedarme dormidoAl día siguiente traté de pensar en todo lo acontecido, intentando poner cierta racionalidad al asunto, pero eran demasiadas sensaciones para digerirlas sin apenas tiempo, primero por estar metido en un lío del que casi no había podido escapar, como tampoco el hecho de tener a mi suegra ...