Mrcela la puta
Datte: 02/07/2017,
Catégories:
Mature,
Première fois
Hardcore,
... novia moviendo su colita parada.Ver como Osvaldo la deseaba a Marcela me comenzó a excitar de tal manera que se me empezó a parar, cosa que disimule metiéndome las manos en los bolsillos de la malla.Cruzamos varias puertas hasta entrar al lugar. Era una piscina mas chica que la que habíamos estado, tenía una barra en la que se servían tragos y como nos dijo Osvaldo, había 7 hombres, todos de alrededor de 50 años, que se notaban que eran de plata por los relojes y cadenas de oro que usaban. Lo que no había era ninguna mujer, así que se imaginan las miradas de los tipos cuando pasaba mi novia por delante de ellos hacia las reposeras. Le comían la cola con la mirada. Note como Marcela se había dado cuenta de esto, porque justo la vi como arqueaba la espalda y sacaba la colita mas afuera para que se la admiraran mejor.Lo peor que no me había dado cuenta yo solo, noté que Osvaldo, que no le perdía pisada, puso una cara de asombro que inmediatamente se transformó en una mirada de deseo incontrolable. Trató de componerse de la situación y nos invito a que tomáramos lugar en dos reposeras que estaban vacías. Fue un alivio poder sentarme, ya que estando parado era casi imposible disimular la erección que me había provocado la escena.Osvaldo nos trajo un trago a cada uno y nos pidió permiso para retirarse un momento.Ahí quedamos nosotros rodeados de tipos que no hacían otra cosa que mirar a Marcela sin ningún disimulo cada vez que hacía cualquier movimiento. Me di cuenta que esto le ...
... estaba encantando a ella que se había acostado boca abajo y levantado un poco el culito les daba una vista fabulosa a todos los viejos que se baboseaban con tremendo espectáculo.Lo peor de todo esto es que a mi también este estado de cosas me había puesto a mil, pero tenía que poner un freno a la situación.– Marce, baja un poco la cola que todos te están mirando, le ordené.Ella dio vuelta la cara miro a los tipos y me contestó:– Si ya sé, déjalos que miren, los tengo enloquecidos a los viejos y sabes que a mi me gusta.– Lo que pasa es que te están cogiendo el culo con los ojos, le dije.Había cometido un grave error al decir esto. Sabía que a Marcela esas cosas las excitaban tremendamente, pero por efecto de mi calentura no me pude contener.– Ufffffffffff, me contesto ella, mientras me miraba con la mayor cara de puta que tiene y levantaba mas el culito abriendo un poco las piernas.– No aguanto más el calor, voy al agua, prosiguió.Se paró, pasó por delante de todos los tipos caminando parando bien la cola hasta llegar a la escalera de la piscina, la cual la bajo despacito hasta que se introdujo.Yo de mi reposera veía como todos se la querían comer y eso me ponía cada vez peor.– La verdad que tienes una mujer hermosa, escucho que dicen a mi espalda.Era Osvaldo que había regresado y se sentaba en la reposera de mi novia.– Gracias, le respondí.– ¿Debes tener que cuidarla mucho? Alguien con ese cuerpo debe ser la tentación de más de uno. Me preguntó.– Ella sabe cuidarse sola, le ...