Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.
Datte: 03/04/2020,
Catégories:
Hardcore,
Mature,
BDSM / Fétichisme
... silencio, viendo las noticias, sin apenas hablarse. Emanuel miraba a su madre. Era una jodida cerda que se entregaba en cuerpo y alma a las perversiones de su tío Curro. Cómo le gustaría estar en su pellejo, o en el de su novia. La muy puta actuaba ante su padre como si nada estuviera sucediendo. Curro aún no había llegado cuando a las once de la noche, Emanuel dijo que se iba a la cama. Le dolía la cabeza de tanto pensar, de tanto resentimiento por sentirse al margen de la perversión. Mario y Elisa se quedaron solos en el salón. Víctimas igualmente de la voluptuosa inspiración que Curro había traído a la casa desde su traslado, ansiaban su llegada para propiciar un nuevo encuentro. Estaban excitados. Ella lucía un camisoncito blanco de color crema, muy holgado y cortito, con tirantes finos y escote en U abierto, igual que la base, hacia la mitad de los muslos. Iba sin bragas, aunque al ser de seda y holgado, carecía de transparencias y sólo se realzaba el volumen de sus pechos. Pasaban veinte minutos de la medianoche y seguían esperando, Mario tumbado en el sofá, adormilado, y ella en la cocina, ultimando los preparativos para la comida del día siguiente. Le escucharon entrar dando tumbos. Venía borracho como una cuba. Entró en el salón eructando y apestando a alcohol, tambaleándose ante el sofá donde se encontraba tendido su hermano Mario. Vestía una camisa a medio abrochar y un pantalón corto azul marino muy veraniego, como de lino.- ¿Qué haces, hermanito?- Viendo esta ...
... peli. ¿Y tú? De juerga, por lo que se ve.- Traigo una buena tajada. Estoy que me caigo – le aclaró con la voz tomada, entrecerrando los ojos al hablar -. ¿Y mi cuñada?- En la cocina.- Voy a decirle una cosa.Elisa le escuchó acercarse y continuó ante la encimera sin volverse. El apestoso olor a alcohol le entró por la nariz. Cuando notó sus yemas por la espalda, le miró sonriendo.- ¿Ya estás aquí, Curro?Desde el salón, Mario observaba empalmado el acecho de su hermano. Al estar borracho perdido, ni siquiera respetaba su presencia en el salón. Curro le acercó la cara al oído, rozándole las mejillas con la barba.- Estoy caliente como un perro -. Le pasó ligeramente la mano por el culo -. No llevas bragas, ¿verdad?- No.- ¿Quieres acompañarme y hacerme una mamadita?- Mario tardará en acostarse, está viendo la película y acaba de empezar – le susurró -. Si quieres vamos a mi habitación, Emanuel ya está acostado – le propuso limpiándose las manos.- Sí, cabrona, estoy deseando follarte.Curro le echó el brazo por los hombros y ella su brazo por la cintura, como ayudándole a caminar. Mario tenía la polla que le estallaba cuando les vio venir abrazados.- Voy a llevar a tu hermano a acostar, Mario, mira cómo viene.- Sí, sí, menuda borrachera lleva encima.- Me voy con tu mujer, hermanito, ja ja ja…Caminaron despacio hacia el pasillo y al pasar delante del baño, Curro se detuvo.- Quiero mear y quiero que tú me la sujetes.Irrumpieron en el baño y Elisa le colocó ante la taza. Primero le ...