Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.
Datte: 03/04/2020,
Catégories:
Hardcore,
Mature,
BDSM / Fétichisme
... casaron, desinteresadamente, Curro les cedió una casa para que vivieran el tiempo que hiciera falta y les prestó dinero para que salieran adelante, sin exigencias de ningún tipo, así es que de alguna manera, le estaban agradecidos y no tuvieron inconveniente en devolverle el favor cobijándolo en casa por tiempo indefinido. Además, Curro era el único hermano de Mario, la única familia directa que le quedaba. De no haber sido por ellos, Curro tendría que haberse dedicado a vagabundear.Era la primera noche que dormía en casa. Habían cenado los cuatro en la cocina. Su hermano y su cuñada se fueron a la cama y él aguantó un rato viendo la televisión con Emanuel, que aún estaba de vacaciones en el centro donde impartían las clases. Viendo la película, Curro se quedó adormilado y al poco rato se puso a roncar, unos ronquidos escandalosos que retumbaban en toda la casa. Emanuel se fue a su cuarto a jugar un rato con el móvil y casi una hora más tarde entró su tío para acostarse. Mientras se desvestía, le preguntó a su sobrino por la novia.- A ver cuándo me la presentas. Seguro que debe ser muy guapa.- Sí, lo es – le respondió tumbándose y arropándose.Cuando se quitó la camisa, Emanuel se sorprendió de su hinchada barriga, una barriga dura y peluda con una pronunciada curvatura. Tenía la piel muy blanca, en contraste con el vello negro del cuerpo, un vello que se extendía densamente por sus pectorales, brazos y parte de la espalda, una espalda ancha y corpulenta de blandos michelines. ...
... Cuando se quitó los pantalones, vio que llevaba un ajustado slip blanco cuya tela se hundía en las carnes, con los laterales tapados por los michelines de los costados. El vello genital se extendía hasta las ingles, le sobresalía por el borde superior y por los lados de la delantera, a igual que parte de sus cojones, tenía unos huevos tan grandes que no le cabían en el slip, con el pene apretujado. Ciertamente, su aspecto seboso y velludo resultaba repugnante. Sonrió al recordar un comentario de su novia una vez que hablaron de fantasías eróticas y ella le dijo que había fantaseado con hacerlo con un hombre maduro, con mucho vello y un poco gordito. Desde luego, si Adriana viera a su tío así, en calzoncillos, seguro que se le quitaban las ganas. Emanuel era alto y tenía un cuerpo robusto, piernas y brazos corpulentos y tórax fornido, con una piel de un tono rojizo, prácticamente sin vello en todo el cuerpo, ni tan siquiera en la zona genital. Cuando le vio echarse en la cama, se fijó también en su culo, un culo muy rechoncho de nalgas mantecosas. Apagó la luz y le costó dormir por los ronquidos que despedía. Mario salió de la casa antes de las siete de la mañana para estar puntual en el trabajo. La jornada empezaba a las ocho en punto y entre los trasbordos de metro y autobús, empleaba cincuenta minutos en atravesar la ciudad. Curro estaba acostumbrado a levantarse temprano y sobre las siete y media de la mañana se despertó. La luz del amanecer entraba por las rendijas de la ...