1. Anoche soñé contigo - Primera parte


    Datte: 10/01/2018, Catégories: Voyeur / Exhib / Nudisme Masturbation Première fois

    ... al virote, aunque digan que no, les hace falta.—¿Así que la que se está chingando es divorciada? —dijo Quique, a la vez que hojeaba más páginas de la revista en sus manos.—Sí. Esa es otra que se deben aprender, chamacos: Con mujer viuda o divorciada, es segura la encamada.Quique y el propio Don Cuco rieron de tal “aforismo”, pero Toto se quedó serio. Aquello fue como una bofetada para él pues,Irma, su mamá, justamente era divorciada y andaba saliendo con un tipo que; para él; se las daba de galán nomás porque andaba vestido de piloto... bueno, en realidad sí era piloto de aerolínea comercial. Pero, que esto le impresionara a su mamá, como que le avergonzaba. Si hasta así la visitaba el muy empollón, siempre vestido con su uniforme.Así se lo topó Toto aquella noche, cuando regresó a casa. Madre y novio se besaban apasionadamente en el sofá.Pese a lo tarde que era, su mamá no le reprochó nada pues, para Irma, aquellas salidas de Toto le brindaban privacía para gozar de intimidad conGerardo, el mencionado piloto.La sola idea de ello le repateaba las pelotas al pobre chamaco, quien era hijo único y quien, tras el divorcio de sus padres, sufrió mucho.—Qué tal Toto, ¿cómo te va? —le preguntó Gerardo, dejando su faceta de amante, y tratando de aparentar compostura ante el hijo de su novia.Toto no contestó, ni siquiera lo miró a la cara. Se pasó de largo en clara intención de hacerle la grosería al tipo.—Oye, le estaba diciendo a tu mamá que...Sin embargo, Toto se siguió como si ...
    ... nada, así que su madre intervino.—Toto, te está hablando Gerardo —dijo Irma, con tono dominante.Toto tuvo que detenerse y hacer caso.—Te decía que le planteé a tu mamá que te diera permiso de acompañarme uno de estos días en uno de mis vuelos. ¿Qué te parece? ¿Eh? ¿Te gustaría? —insistió Gerardo, queriendo ganarse, evidentemente, al hijo de Irma.—No —respondió sin interés Toto y se alejó.Caminando a su cuarto, aún pudo escuchar las disculpas que daba su madre a Gerardo por su comportamiento. Aquello sólo avivó su coraje.Asomándose por la ventana de su recámara, Toto pudo ver a su mamá despidiéndose de su novio con un apasionado beso a las puertas de su casa. Esto encendía los peores sentimientos en su interior.Se echó sobre la cama y sus ojos se llenaron de lágrimas.De pronto el walkie-talkie que Toto tenía sobre su buró emitió un ruido de estática, y luego se escuchó la voz de Quique a través de él.—Toto, ¿estás ahí...? Cambio.Toto se enjugó los ojos con su camiseta y tomó el aparato.—Sí Quique, ¿qué pasa? Cambio.Minutos más tarde, ambos se encontraron en la entrada de la casa de Toto. Quique y él se sentaron en la banqueta.—¿Qué hay? —comenzó Toto.—A que no te imaginas —dijo el otro muy excitado, pero como Toto no contestó Quique continuó—. Mis papás contrataron a alguien para que haga la limpieza de la casa.Toto no hallaba el menor interés en lo que le contaba su amigo, así que el otro continuó tratándole de contagiar su emoción.—¡Es una chica bien sabrosa!Poco después, cuando ...