Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.
Datte: 03/04/2020,
Catégories:
Hardcore,
Mature,
BDSM / Fétichisme
... desesperado. Paso de dejarte dinero para putas.- Estoy hasta los huevos de hacerme pajas, hermano. Préstame a tu mujer aunque sólo sea para que me haga una paja.- Lo que el señorito quiera -. Le atizó unas palmaditas en la barriga -. Además, con esta panza, ¿crees que puedes ser su tipo?- Eso me da igual, me conformo con que me haga una paja.Mario se levantó sonriendo.- Anda, vamos a cenar, y luego te la presto un rato. Estás apañado…Cenaron los cuatro en la cocina sin mucha conversación de por medio y estuvieron más pendientes de las noticias. Después vieron la televisión hasta que se fue acercando la hora de acostarse. Curro, tras varios bostezos, fue el primero en levantarse y dar las buenas noches. Medio minutos más tarde lo hizo Elisa. Cuando recorría el pasillo, vio que su cuñado irrumpía en el baño y empujaba la puerta sólo un poco. Se detuvo en mitad del pasillo con la intención de fisgonear, cobijada en la penumbra, con una perspectiva del interior del baño. Vio cómo se bajaba el bañador y se fijó en su culo gordo y peludo, con una raja profunda cubierta de un denso vello y sus cojones colgando entre las piernas, flácidos y tan peludos como el resto de su cuerpo. Se asombró cuando vio que descolgaba su picardías negro, lo olía y después se lo pasaba por la polla y los huevos, sacudiéndosela un poco con la fina prenda. Pero lo colgó de nuevo tras la puerta sin llegar a masturbarse y se inclinó para lavarse la cara, pudiendo apreciar el fondo de su raja, donde ni ...
... siquiera se apreciaba su ano por la densidad y la negrura del vello, sólo sus cojones balanceantes entre las piernas y su espalda ancha y grasienta. Retrocedió hasta el recodo del pasillo y aguardó a que saliera. Lo hizo al cabo de cinco minutos, completamente desnudo. Su barriga botaba con los pasos y la verga, un grueso salchichón flojo, se balanceaba hacia los lados, así como sus huevos, siendo empujados por los robustos muslos de las piernas. En cuanto se encerró en su habitación, cogió el camisón del lavabo, el mismo con el que se había frotado la verga, se lo puso y se encerró en su cuarto. Su marido se presentó media hora más tarde echándose en su lado de la cama.- Buenas noches, cariño.- ¿Sabes qué he visto, Mario? A tu hermano frotándose ahí con mi camisón.Mario elevó el tórax.- No me extraña, está súper enfermo el cabrón, hasta me ha pedido dinero para irse de putas. Está que revienta. Y es normal, joder, el pobre lleva mucho tiempo sin probarlo.- ¿A ver si me va a violar?- No creo, pero está que arde. Me fijé en cómo te miraba el culo y se lo dije.- ¿Sí? ¿Y qué dijo?- Que estabas muy buena y que te prestara un rato, para que le hicieses una paja.- ¿Yo? ¿Hacerle una paja a tu hermano?- ¿Se la harías? – le retó su marido.- ¿No crees que nos estamos calentando con esta conversación?- Dime si le harías una paja, yo le he dicho que no es tu tipo, pero no sé, dime si le harías una paja.- No me agradaría hacerle una paja a tu hermano, la verdad, parece un oso.- ¿Y como un ...