1. Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.


    Datte: 03/04/2020, Catégories: Hardcore, Mature, BDSM / Fétichisme

    ... ventana e iluminaban parte del cuarto. Su sobrino dormía como un angelito. Ya hacía calor para ser tan temprano. Sólo ataviado con el slip, salió de la habitación y miró hacia ambos lados del pasillo, sin saber dónde ir. Vio al fondo la puerta del cuarto de su hermano, entreabierta, igualmente iluminada por la luz de la mañana. Descalzo, sin hacer ruido, fue a asomarse y se llevó la grata sorpresa de ver a su cuñada tumbada de costado en el centro de la cama, con una pierna estirada y otra flexionada hacia delante, mirando hacia la pared. Tenía un camisón negro de tirantes, de muselina, subido hasta la mitad de la espalda, y sin bragas, por lo que su culo quedaba expuesto a los ojos de su cuñado, perplejo bajo el arco de la puerta, a sólo metro y medio de la cama. Se pasó la mano por encima del paquete al verla sin bragas, desnuda de cintura para abajo. Era un culo blanco de nalgas blandas y abombadas, una piel muy pulida sólo salpicada de algunos granitos rojos, con una raja profunda donde se le distinguía con claridad el ano, un orificio de un tono rosado con los esfínteres muy señalados. Al tener una pierna flexionada hacia delante, se apreciaban los pelillos del chocho en la entrepierna, unos pelillos que se extendían hasta el inicio de la raja. Joder, qué culo, qué sorpresa pillarla así, qué buena estaba la hija de puta, por muy esposa que fuera de su hermano. Era una mujer atractiva a pesar de tener el cuerpo algo rellenito. Tenía una media melena de cabellos ...
    ... entrelazados, de un tono rubio dorado pálido, con puntas rubias, descansando sobre el tono oscuro del camisón. Parecía dormida profundamente. Se bajó la delantera del slip y se agarró la verga sacudiéndosela despacio, tratando de enderezársela, concentrado en el culo de su cuñada, tratando de examinar el ano y los pelos del coño que sobresalían de su entrepierna. Qué suerte que durmiera sin bragas, que tuviera el camisón corrido y que su hermano se hubiera dejado la puerta abierta. Llevaba mucho tiempo sin ver una mujer desnuda, desde que se quedó sin pasta para ir a los clubes. Ya tenía la verga muy tiesa y aceleró los meneos, sin apartar los ojos del culazo de su cuñadita.Emanuel entreabrió los ojos y comprobó que la cama de su tío estaba vacía. Consultó la hora. Era temprano. Se levantó y abrió la puerta. Cuando torcía hacia al pasillo, retrocedió rápido para ocultarse, al ver a su tío masturbándose asomado al cuarto de su madre. Le veía de perfil, con el slip enganchado bajo los cojones. Vio sus huevos gordos y blandos, con la piel áspera cubierta de vello largo, le colgaban hacia abajo como unas pequeñas ubres. Luego vio cómo se meneaba la verga, una verga gruesa, no muy larga, con el capullo entrando y saliendo del pellejo al son de los tirones que se daba. Respiraba fatigosamente, podía oír sus exhalaciones, embelesado con alguna postura erótica de su madre. Le resultó morboso que se hiciera una paja espiándola. Ciertamente, debía de estar muy desesperado, con lo putero que ...
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