1. Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.


    Datte: 03/04/2020, Catégories: Hardcore, Mature, BDSM / Fétichisme

    ... ganó un cachete en el culo cuando se dirigía hacia la puerta. Su hijo Emanuel la vigiló mientras recorría el pasillo, fijándose en cómo le bailaban las tetas, fijándose en las bragas tras la gasa. Elisa irrumpió en su cuarto y encontró a su marido expectante, sentado en el borde de la cama. Se levantó al verla.- ¿Ya estás aquí?- Quiere follarme, dame un preservativo.- Joder, qué cabrón -. Abrió el cajón de la mesita de noche y le entregó uno -. ¿Quieres hacerlo?- Estoy muy cachonda, Mario – le estampó un besito en los labios y se giró enseguida hacia la puerta -. Ahora vengo.Salió y cerró la puerta, pero Mario la entreabrió enseguida. En ese momento, al fondo del pasillo, su hermano entraba en el lavabo, sin camisa, exhibiendo su tórax peludo y su enorme barrigocha. Al girar hacia el baño, su mujer le lanzó una mirada, luego se encerró con él.Curro se desabrochó el pantalón mientras ella abría el envase del preservativo. Su actitud era similar a la de una prostituta esperando a que el cliente se desnude. Aguardó a que se bajara y se quitara el pantalón y luego se quitó el slip quedándose completamente desnudo. Ya tenía la verga empinada hacia la barriga. Elisa se ocupó de agarrarle la verga y forrársela con el preservativo, dejando la goma muy tensa por el grosor. Se la sacudió con suavidad, ya con la goma puesta.- Me gusta más a pelo – le dijo él.- No, Curro, con preservativo.- Venga, date la vuelta y bájate las bragas.Elisa se giró hacia el lavabo, de cara al espejo. ...
    ... Curro se la sacudía esperando que se preparara. Se metió las manos bajo el camisón y se deslizó las bragas hasta dejarlas enrolladas unos centímetros por encima de las rodillas, a continuación se subió la faldilla del camisón y se curvó hacia el espejo, empinando el culo hacia su cuñado, con las tetas metidas dentro del lavabo. Enseguida notó el peso de la barriga sobre la cintura, enseguida notó cómo le hurgaba con la punta de la verga por los bajos del culo, hasta que notó el roce por el chocho. Le frotó el tronco por la rajita, hasta que flexionó las piernas y las estiró clavándosela hasta el fondo. Elisa cerró los ojos soltando un largo bufido cuando sintió cómo recorría el interior de su coño, cómo le pegaba la pelvis a sus flácidas nalgas, cómo la empujaba contra el borde del lavabo, cómo aplastaba su barriga contra la espalda, cómo resoplaba tras su oreja, cómo la abrazaba sobándole las tetas por encima del camisón. Se mantuvo quieto con la verga encajada en el chocho de su cuñada.- Qué gusto, puta… - le jadeó -. ¿Te gusta?- Sí, fóllame…Comenzó a empujarla, a embestirle golpes a las nalgas, extrayendo media polla para bombearle el chocho, sin cesar los manoseos a las tetas por encima del camisón y babeando sobre su nuca y cuello, impregnándola de sudor en la espalda. Pronto, Elisa, con los ojos entrecerrados, empañando el espejo, comenzó a emitir gemidos que poco a poco se fueron acrecentando. La follaba a un ritmo constante, ni muy rápido ni muy lento, deslizando las ...
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