Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.
Datte: 03/04/2020,
Catégories:
Hardcore,
Mature,
BDSM / Fétichisme
... incorporarse y la sujetó por la muñeca conduciéndola hasta la taza. Ella notaba el culo dilatado y la emanación de leche. Aún le caían gotas del chocho y pudo fijarse en sus huevos salpicados y en los charcos que se habían formado bajo el lavabo.- Siéntate ahí, voy a darte lo que quieres, puta.Elisa se sentó en la taza. El camisón se le había bajado tapándola. Tenía las bragas en las rodillas y manchas de agua por la zona de las tetas de haberlas tenido dentro del lavabo. Le miró con su expresión sumisa. Curro se agarró la verga, apuntó y al segundo le meó las tetas, con el chorro recorriendo la gasa del camisón, subiendo por el cuello hasta que el chorro le entró por la boca. Ella lo vomitaba sacudiendo la cabeza, tratando de reprimir la meada, escupiendo cuando bajaba de nuevo hacia los pechos. Mientras recibía el chorro que la empapaba como si fuera una manguera, notó que la leche le goteaba del culo hacia el interior de la taza. Se metió la mano entre las piernas, acariciándose el chocho, masturbándose en mitad de la lluvia dorada, circunstancia que aprovechó su cuñado para mearle el coño y la mano con la que se hurgaba. El chorro fue subiendo de nuevo, aunque al llegar a su barbilla, comenzó a cortarse. Se había tragado algo de pis, inevitablemente, aunque continuó escupiendo, agitando la cabeza y secándose la cara con la palma de la mano izquierda, porque con la derecha continuaba refregándose el coño mojado. La dejó perdida de orín, como recién duchada, envuelta en un ...
... hedor insoportable, goteando por todos lados, con un enorme charco alrededor de la taza, con toda la gasa pegada al cuerpo. Curro se la sacudió y sonrió al verla.- ¿Te ha gustado, puta?Aún se acariciaba el coño suavemente, consciente de lo cerda que era.- ¿Qué me has hecho, Curro? Me siento muy puta.Curro se limpió los huevos con una toalla y recogió sus prendas.- Eres mi puta. Anda, lávate.Mario, desde su cuarto, vio salir a su hermano. Iba desnudo. Vio su gruesa polla, empinada hacia arriba, con el capullo pegado en la barriga y los huevos danzándole con los pasos, sudando como un cerdo. Acababa de follarse a su mujer. Le vio de espaldas y cómo su culo gordo y asqueroso le botaba, un culo que su mujer también había lamido. Cuando le vio entrar en el cuarto de su hijo y oyó que cerraba la puerta, salió disparado hacia el baño y al entrar se la encontró sentada en la taza, bañada en pis, pisando el charco, aún acezando, con la gasa pegada al cuerpo. Un olor insoportable le penetró por la nariz. Ella le miró. Escupió en el suelo, sentía el sabor agrio del pis en la lengua.- Elisa, ¿qué ha pasado?- Se nos ha ido la mano – dijo tratando de despegarse la gasa del cuerpo e incorporándose -. Me ha meado encima y me ha dado por el culo.Mario vio el preservativo en el suelo y se le escapó una sonrisa idiota ante la dureza que su hermano había empleado con su esposa.- Joder, cariño, se ha pasado, ¿no?- No pasa nada, no sé que me pasa, Mario, pero pierdo la cabeza. Espérame en la cama, ...