1. Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.


    Datte: 03/04/2020, Catégories: Hardcore, Mature, BDSM / Fétichisme

    ... cuerpo de Curro. La verga se dobló hacia un lado, bastante flácida. Se echó sobre él, con la axila pegada a su barriga, le cogió la verga y se la comenzó a mamar como una descosida, acariciándole los huevos al mismo tiempo. Se la sacudía sobre la lengua, a veces succionándola como si fuera un biberón, saboreando sus propias babas vaginales, pero resultaba imposible ponerla dura. Volvió a cambiar de posición, esta vez arrodillándose entre sus robustas piernas, y curvándose hacia la verga para reanudar la mamada, sacudiéndosela fuerte sobre la lengua, esforzándose en enderezarla. Pero Curro no reaccionaba y la verga se torcía hacia los lados. Ya emitía ronquidos. Rendida, le soltó la verga irguiéndose, sentada sobre sus talones, pasándole las manitas por los muslos peludos. Notó las manos de su marido por los hombros, resbalando por su cuello hasta abordarle las tetas. Ella apoyó la cabeza sobre el tórax de Mario, alzando las manos para acompañarle en los estrujones en las tetas.- Fóllame, Mario, necesito que me folles.Mario se inclinó y la morreó, después ella se echó hacia delante abrazando la barriga de su cuñado, con la barbilla apoyada encima del ombligo y las tetas rozándole la verga. Notó cómo su marido le pinchaba el chocho y la follaba mediante golpes secos. Le aplastaba los huevos con las tetas con cada empujón. Su barbilla la deslizaba por la barriga cuando la embestía, acariciándole los costados mantecosos con las manitas. Curro roncaba como un cerdo. Frunció el ...
    ... entrecejo mirando hacia su cuñado cuando sintió cómo su marido la llenaba de leche. Tuvieron que dormir en el sofá, acurrucados uno contra el otro, y dejar a Curro durmiendo la borrachera en su lecho de amor. Al día siguiente, Mario se despertó para irse a trabajar. Dejó a su mujer tendida en el sofá, dormida profundamente, y a su hermano roncando en la habitación de matrimonio. Entendía que todo se había desmadrado, que la morbosidad les había conducido a una lujuria descontrolada. Ni siquiera se sentía capacitado para trabajar, su mente estaba infectada por la perversión, pero tuvo que irse, tampoco podía perder su puesto de trabajo. Un ratito más tarde se levantó Emanuel. Llevaba puesto un slip. Todo estaba en penumbra y silencio y sólo los ronquidos de su tío interrumpían la paz de la casa, unos ronquidos provenientes del cuarto de sus padres. Empujó la puerta y le vio acostado, desnudo, boca arriba, con su verga echada a un lado, sus huevos reposando sobre el colchón y su panza subiendo y bajando con los ronquidos. Se puso cachondo al verle y tuvo que pasarse la mano por el paquete. Era un maricón, se lo reconocía a sí mismo, su tío le había empujado a esa tendencia homosexual. Pero ahora que se follaba a su novia y a su madre, pasaba de él. Fue hacia el salón y descubrió a su madre dormida en el sofá, tumbada de costado, mirando hacia el respaldo, con el camisón crema. Estaba demasiado caliente como para aguantarse. Había un pequeño hueco entre el borde y la espalda de su ...
«12...464748...57»