1. Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.


    Datte: 03/04/2020, Catégories: Hardcore, Mature, BDSM / Fétichisme

    ... madre. Se quitó el slip y se tumbó a su lado, corriéndole de golpe el camisón y pegándose a ella, pasándole el brazo por encima del cuerpo y metiéndole la mano por dentro del camisón hasta alcanzar sus tetas blandas, lamiéndole la oreja y olisqueando su melena rubia. Elisa abrió los ojos, sintiéndose apretujada contra el respaldo, notando la polla pegada a su culo, notando las tetas presionadas por una mano, y una lengua lamiéndole la oreja. Ladeó la cabeza y descubrió a su hijo echado sobre ella, manoseándola y rozándose.- ¡Hijo! – se sorprendió tratando de removerse, aunque permanecía atrapada entre el respaldo y el cuerpo de Emanuel -. ¿Qué haces?- ¡Cállate, zorra! -. Consiguió colocarse la polla por los bajos del culo y al contraerse la inyectó en el chocho. Su madre frunció el ceño soltando un profundo jadeo -. Eres una guarra, sé que te lo follas…Con la verga dentro, comenzó a contraer las nalgas para follarse a su madre, jadeando sobre su cara y estrujándole rudamente las tetas bajo el camisón, ambos con el tórax ligeramente elevado de los cojines, Emanuel expulsando los jadeos sobre el cabello de su madre y Elisa sobre el respaldo. Su hijo se retorcía para ahondar con la polla y ella se mantenía quieta dejándose follar, con las nalgas presionadas por la huesuda pelvis de su hijo. El sillón rechinaba ante los meneos de ambos cuerpos. La había cogido desprevenida. Percibía el avance y retroceso de la polla dentro de su chocho y trataba de concentrarse con los ojos ...
    ... cerrados, hasta que notó el derramamiento de leche. Entonces Emanuel se paró con la verga encajada y la pelvis pegada al culo de su madre. Había tardado poco en correrse por lo caliente que estaba, pero no por el hecho de follarse a su madre, sino por haber visto a su tío desnudo. Ya se consideraba un maricón. Elisa volvió a dejarse caer, avergonzada de haberse visto involucrada en una situación semejante, y entonces su hijo se apartó de ella bajando del sofá. No quiso volverse para mirarle. Enseguida le brotó leche del chocho, Emanuel pudo verlo. Acababa de ser follada por su hijo. Salió de la casa. Se sentía desesperado y agobiado, muerto de celos porque su tío ya no le prestaba atención ahora que se follaba a su madre y a su novia. Aún era temprano. Telefoneó a su novia y quedaron en una cafetería. Ella iba con ropa informal, con un chándal ajustado de tono gris oscuro que definían las curvas de sus caderas y de su culito y una camiseta negra ajustada de tirantes, con zapatillas deportivas y el pelo recogido en una coleta. Emanuel también iba con ropa deportiva.- ¿Te gustó ayer? – le preguntó él.- Fue todo muy guarro, una experiencia dura. Sé que nos viste – le dijo ella -. ¿Qué sentiste?- Envidia – le confesó.- Para mí fue muy excitante que nos vieras. Te gustan los hombres tanto como a mí, ¿verdad? -. Emanuel asintió algo ruborizado -. No pasa nada, cariño. Yo soy una cerda como tu madre y tú ahora eres un maricón.- No bromees que mira dónde hemos llegado desde que mi tío ...
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