1. Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.


    Datte: 03/04/2020, Catégories: Hardcore, Mature, BDSM / Fétichisme

    ... bonita- Me gusta mucho – le soltó acelerando y desacelerando la masturbación, a veces rozando el capullo por las paredes del meadero.- ¿Quieres chupármelo?- Sí...- Es todo tuyo.Le soltó la verga y al volverse miró y sonrió a su novio haciéndole una mueca de asco, pero se colocó tras de él y se arrodilló en el suelo. Con ambas manos, terminó de bajarle los pantalones hasta las rodillas, después le pegó las palmas a las nalgas y pegó la cara a la raja del culo, olisqueando como una perra, lamiéndole el pestilente ano con la punta de la lengua mientras el tipo se masturbaba. Como ella misma decía, Emanuel comprendió que su tío Curro la había convertido en una cerda sin escrúpulos de ninguna clase. A veces apartaba la cabeza para respirar y enseguida hundía la boca para mamarle el culo a un completo desconocido. Emanuel oyó pasos a su espalda y miró hacia atrás por encima del hombro. Se trataba de un hombre ya mayor, probablemente de unos setenta años, ya con el rostro salpicado de arrugas, con el pelo canoso y pronunciadas entradas en la frente, con barbilla igualmente canosa, con una barriga algo abombadita y piernas delgadas. Tenía cara de bonachón e iba bien vestido, con un traje color caqui, aunque sin corbata. Se detuvo a su lado, con los ojos fijos en su novia mamándole el culo al tipo.- Mira la muy guarra como le chupa el culo -. Emanuel estaba tan desesperado que no le importaba la edad y el aspecto de aquel hombre. Le regaló una sonrisa de complicidad -. ¿No estás ...
    ... cachondo?- Sí.- ¿Por qué no nos metemos ahí dentro y nos quitamos esta calentura? No sólo vamos a mirar, ¿verdad?Dejó a su novia mamándole el culo al desconocido y acompañó al nuevo desconocido hasta unos de los habitáculos. Sólo había una pequeña taza, sin tapa, sucia por todos lados, con todo el suelo lleno de mugre. La puerta estaba desencajada y rota y no cerraba bien. El tipo comenzó a desabrocharse los pantalones.- ¿Eres maricón?- Sí.- Y estás deseoso de comerte una buena polla, ¿verdad? -. Se bajó los pantalones y los calzoncillos a la vez, exhibiendo una polla pequeña y delgada, de un tono blanquecino, rodeada de vello canoso, con unos huevos pequeños y duros -. Me vas a hacer una mamada, maricona.Se sentó en la taza reclinándose hacia la pared. Emanuel se arrodilló ante él y se curvó hacia delante, sujetándole la dura pollita por la base para mantenerla empinada. Y comenzó a mamársela mientras el viejo le ayudaba poniéndole las manos sobre la cabeza. Se la comía bajando y subiendo la cabeza, deslizando los labios desde el capullo hasta la base.- Chúpame también los huevos, maricón.Obedecía, le lamía las pelotas con la lengua fuera, probando su sabor rancio, después regresaba a la verga. A veces el tipo le colocaba la mano bajo la barbilla y se la sacudía él mismo sobre la lengua de Emanuel.- Chupa, maricón -. Emanuel se esforzaba en babosearla, a veces le golpeaba los labios con ella o le sujetaba por los pelos y le follaba la boca encogiéndose en la taza -. ¿Quieres ...
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