1. Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.


    Datte: 03/04/2020, Catégories: Hardcore, Mature, BDSM / Fétichisme

    ... culito que tú tienes…- Con lo mujeriego que ha sido siempre, habrá ido de putas…- Si no tiene ni donde caerse muerto.- Vamos, que sin darme cuenta, se la estoy empalmando – bromeó.- Pues yo creo que sí, cariño.- Vaya, vaya con tu hermano… ¿Y a ti no te importa? ¿Me lo dices así, tan campante?- Deja que disfrute el pobre hombre – se burló Mario en medio de risas, ganándose un manotazo de su esposa.- Serás cabrón…En cuanto limpiaron la cocina, aprovechando que Mario libraba esa tarde, se arreglaron y salieron para hacer un montón de recados que tenían pendientes. Emanuel y Adriana llegaron a casa en plena siesta, antes de las cinco, para aprovechar la ausencia de sus padres. Ella iba despampanante, arreglada conscientemente para deslumbrar al baboso del tío de su novio. Llevaba unas sandalias de tacón grueso, pero altos, para realzar sus curvas con las zancadas, unas falditas vaqueras muy ajustadas y excesivamente cortas, dejándola con los muslos dorados de sus piernas a la vista, y para la parte de arriba una camiseta morada igual de ceñida, cortita, con el ombligo a la vista, con sus pechitos picudos señalados en la tela y con un escote flojo que permitiera una vista del interior. Emanuel llevaba un pantalón de chándal y una camiseta negra de tirantes. Encontraron a su tío sentado en el sofá del salón viendo la tele, con un bañador corto y una camiseta blanca de tirantes que le dejaba a la vista los bajos de la barriga peluda. Cuando les vio aparecer, se irguió en el sofá, ...
    ... pero sin llegar a levantarse.- Mira, tío Curro, es mi novia, Adriana.- Hola, encantado, qué novia más guapa.- Gracias, encantada – le saludó ella.Se inclinó para darle dos besos en sus mejillas barbudas y al hacerlo le permitió una visión del interior de su escote, con sus dos tetitas colgando hacia abajo, picuditas, tipo cono, con unos pezones puntiagudos en mitad de diminutas aureolas. También le echó una ojeada a sus piernas, largas y delgadas, de piel lisa y tostadita, y a su vientre plano, con su pequeño ombliguito.- Es una experta en informática – le aclaró Emanuel -. Viene a formatearme el ordenador.- Es bueno saberlo, aunque yo de ordenadores…- ¿Queréis un café? – se ofreció ella -. Sin un café a primera hora de la tarde, no soy nadie.- Venga, un café – la animó Curró, embelesado en aquel cuerpo joven y bello.Adriana se giró y se encaminó hacia la cocina, exponiendo su culito redondito pegado a la tela de la falda, contoneándolo con sensualidad. Emanuel tomó asiento al lado de su tío, quien no despegaba los ojos de su novia.- Joder, cabronazo, qué buena está la hija puta. Y le he visto las tetas.- ¿Te gusta? Y encima es muy simpática.- Debe de dar gusto follársela.Desde el sofá, tenían una visión de la cocina y la veían preparar el café. Para coger las tazas del armario de arriba, Adriana alzó los dos brazos para abrir la portezuela y coger los envases y entonces la falda se elevó unos cuantos centímetros, dejándola con medio culo al aire, con la tira del tanga blanco ...
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