Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.
Datte: 03/04/2020,
Catégories:
Hardcore,
Mature,
BDSM / Fétichisme
... ombligo. Curro llegó a distinguir el clítoris sobresaliendo de la vulva. Se lavó el chocho mediante refregones con la palma de la mano, salpicándoselo con agua fresca, para luego secárselo con una toalla pequeña. Curro se contuvo y no se masturbó. Cuando se puso de pie, el camisón volvió a taparla y dejarla solo expuesta a las transparencias, pero empujó la puerta para cerrarla y a los dos minutos oyó la ducha. Esperó y la vio salir al poco rato con una toalla liada dirigiéndose hacia su cuarto, donde sí tuvo la mala suerte de que cerró la puerta. Entró en el baño y olió el camisón colgado en la percha, después se bajó el bañador y se lo pasó por la polla y los huevos, pero cuando la oyó salir, volvió a colgarlo. Su cuñada salió decentemente vestida con un pantalón negro de tela, bastante ancho, y una blusa de manga corta. Le dijo que si quería acompañarla, que iba al supermercado, pero Curro le dijo que no, que prefería quedarse en casa y hojear el periódico en busca de ofertas de trabajo. Al mediodía, Mario vino a casa y mientras tomaban una cerveza en la cocina a esperas de que la comida estuviera lista, pudo percatarse de cómo su hermano Curro le miraba el culo a su mujer. Elisa se había cambiado para estar más cómoda. Llevaba unas mayas blancas ajustadas de cinturilla baja, donde se le transparentaba la sombra de unas bragas negras, luego llevaba una camiseta cortita de tirantes de color verde botella, con escote en U, sin sostén, por lo que sus pechos sufrían ligeros ...
... vaivenes al moverse, con los pezones clavados en la tela. Cada vez que se agachaba, parte de la raja del culo le sobresalía por la tira superior de las mayas y a su hermano se le iban los ojos. Le conocía bien, estaba muy salido y tras años de viudez y arruinado, muy necesitado sexualmente. Siempre le había gustado ir de putas, incluso él en alguna ocasión le había acompañado, aunque sin llegar a echar un polvo. Entendía que se le fueran los ojos tras Elisa, seguro que llevaba mucho tiempo sin estar con una y seguro que se conformaba con hacerse pajas, y que alguna inspiradas en su esposa. Con lo putero que había sido su hermano y ahora a pan y agua. Hasta sintió pena por él. Emanuel también se fijó en las continuas miradas de su tío hacia su madre. La verdad es que su madre estaba buena, tenía un cuerpazo macizo y ahora, debido al morbo, la veía con otros ojos. Almorzaron los cuatro juntos en la cocina hablando de diversos temas, como si allí no se cociera nada. Después, Curro se fue a echar la siesta, Emanuel salió a buscar a su novia y Mario se quedó en la cocina para ayudar a Elisa a recoger la mesa.- Me he fijado en cómo mi hermano te miraba el culo – le confesó -. No sé si tú te has dado cuenta.Ella se quedó perpleja, con las cejas arqueadas y una media sonrisa.- ¡Será guarro y pervertido! ¿Y no le has dicho nada?- Qué quieres que le diga, tiene que estar desesperado, llevará años sin estar con una tía, es normal -. Le atizó una palmadita en el trasero -. Y más con este ...