Tu madre y yo somos unas cerdas, cariño.
Datte: 03/04/2020,
Catégories:
Hardcore,
Mature,
BDSM / Fétichisme
... Curro aterrizó en casa.Adriana le tendió la mano. - Conozco un sitio donde puedes desahogarte -. Emanuel la miró con los ojos desorbitados ante la indecente proposición -. Lo he visto en algún reportaje de la tele. Puedo acompañarte.Se trataba de un parque abandonado donde muchos hombres solían desahogarse con maricones resentidos que iban en busca de alguna polla, un sitio inhóspito, un verdadero picadero con movimiento a todas horas. Se trasladaron hasta allí y recorrieron algunas calles ajardinadas como si fueran paseantes, algo nerviosos, cruzándose con parejas de maricones que buscaban un buen sitio para instalarse. Se sentaron en un banco, sin saber cómo actuar en un sitio tan deshonroso como aquél, cómo tomar la iniciativa, allí la gente iba a lo hecho y no se daban ni el nombre. Al ser tan temprano y día laborable, tampoco había mucha gente transitando por el recinto. Frente a ellos se encontraba la caseta con los lavabos, con la fachada pintada de graffitis y las puertas de acceso destartaladas, señales del abandono de aquel parque. Había mucha basura por el suelo. El lugar daba asco verlo. Vieron entrar un hombre solo. Era un tipo delgado, de unos cuarenta años, muy bien repeinado, aunque con ropa muy ordinaria, con unos pantalones de tela azul marino muy ajustados y una camisa de cuadros. Iba fumando y destacaba su voluminoso bigote curvado, tipo camionero. Miraba a su alrededor, como buscando a alguien, pero finalmente entró dentro. Se miraron y se levantaron al ...
... instante para seguir la tipo. Nerviosamente, se dirigieron hacia los servicios. Accedieron con cierta timidez. Era una estancia rectangular sucia y cochambrosa de azulejos blancos, con un lateral lleno de lavabos, otro donde se encontraban distintas portezuelas con habitáculos y al fondo una fila de meaderos con muy poca separación entre sí. Olía a perros muertos. Todo el suelo estaba impregnado de suciedad, con multitud de condones repartidos por todos lados, algunos recientes a juzgar por la fluidez del semen que tenían dentro.Vieron al tipo de espaldas, meando en uno de los extremos. Miró por encima del hombro y se sorprendió de ver allí una chica tan pija como Adriana. La miró de arriba abajo. Dieron unos pasos hacia él y se detuvieron a medio metro de su espalda.- Hola – le saludó Emanuel.- Hola.Emanuel se colocó en el meadero contiguo y se bajó la delantera del chándal para sacarse el pene. Se atrevió a ladear la cabeza para mirarle. Tenía los pantalones abiertos y con el calzoncillo enganchado bajo los huevos, unos huevos redondos y gordos, duros, salpicados de vello. Se sujetaba la verga, una verga inmensa, extremadamente larga y gruesa, a medio camino de la erección. Estaba meando en ese momento. Adriana aguardaba detrás de ellos.- Estábamos buscando los servicios de las chicas – le mintió con la voz temblorosa, fruto de los nervios.El tipo miró de nuevo hacia atrás, hacia los ojos de Adriana, bajando después por todo su cuerpo.- Estos servicios son mixtos, guapa – le ...